La cantante, dispuesta a demostrar que Guy Ritchie no ejerce de buen padre y no le pone normas y contrata un detective privado.
Nuevo capítulo en la historia a tres bandas entre Madonna, su exmarido Guy Ritchie y el hijo que tienen en común, Rocco. Como recordarán, el joven decidió irse de casa de la cantante y mudarse con el cineasta. Y tienen pendiente un juicio que debía haberse celebrado el pasado 3 de febrero, pero que se pospuso. Ahora, tal y como recoge ‘TMZ’, la diva ha decidido contratar a un detective privado para que siga los pasos del joven y poder demostrar que su padre no le está dando una educación adecuada y que es precisamente eso, que le deja hacer lo que le da gana sin marcarle unos límites, lo que ha provocado que se haya ido con él.
Madonna sostiene que Ritchie le permite ausentarse de sus clases para que se dedique a otras aficiones. Y que, incluso, le deja fumar. Esta ausencia de normas es lo que irrita a la artista, que está dispuesta a luchar hasta el final por la custodia de su hijo.